martes, 19 de marzo de 2013

El futuro del golf profesional en España


El golf profesional español lleva 10 años creciendo a un ritmo vertiginoso. Cada vez tenemos a más profesionales jugando y cosechando éxitos en los circuitos de primer nivel europeo y extranjero, y gran parte de éste éxito se debe a la gran labor que han estado haciendo los clubes y la federación española, además del trabajo de cada profesional.
Sin embargo, y debido a la difícil coyuntura económica actual, el circuito de golf español que llevaba triunfando más de 10 años está a punto de desaparecer. Y por si fuera poco, hemos pasado de albergar 7 torneos del Tour Europeo a tan sólo 1.

El Peugeot Tour era la envidia de toda Europa, y digo envidia porque estos últimos 3-4 años ya no es, ni de lejos, lo que era. 
Antaño venían a jugar hombres de la talla de M.A. Jiménez, Pepín Rivero, Santiago Luna o Juan Quirós, entre otros. Todos ellos miembros del Tour Europeo en aquél entonces. Ahora es muy difícil ver a Álvaro Quirós o Rafa Cabrera-Bello disputando una prueba del Peugeot. 

No sólo la crisis ha sido el culpable. El conflicto entre jugadores, patrocinadores y circuito perjudicó muy mucho. Teníamos un circuito asombroso. La cantidad de pruebas que había cada año permitía a los jugadores estar continuamente en competición. Además, era el trampolín perfecto para los recién llegados al mundo profesional para intentar dar el salto al Tour Europeo o Challenge. 
Pero todo eso es historia ya.

El año pasado apenas se disputaron 4 o 5 pruebas del Peugeot Tour. Y ningún español de primer nivel participó (excepto Larrazábal que disputó y ganó el Peugeot Alps de Barcelona). Y todo apunta a que este año va a desaparecer. La dificultad para encontrar patrocinadores es bestial, y sin ellos, no hay torneos.

Es por eso que los pros españoles han tenido que buscarse la vida fuera de España. Éste es el caso de Carlos Pigem, que se fue a Asia para intentar emular el éxito conseguido por Javi Colomo en 2012, y poder ganarse los méritos de jugar el Asian Tour ésta temporada. Y tras una brillante Escuela de Clasificación, lo consiguió. Pero muchos otros se quedaron en el camino.

Carlos Pigem lo ha ganado todo como amateur, y su etapa como profesional tiene muy buena pinta. En su inicio de temporada el ilerdense ha conseguido pasar casi todos los cortes y ya ha empezado a demostrar la calidad que atesora en sus manos. Es una pena que no podamos disfrutar de su golf en España, y que él no pueda "curtirse" en el circuito nacional como lo hicieron en su día Álvaro Quirós, Pablo Larrazábal Miguel Ángel Jiménez o Gonzalo Fdez-Castaño.
Jacobo Pastor, Manuel Quirós y Samuel Del Val fueron los únicos españoles que pudieron coger la tarjeta del PGA Latinoamérica. Más de una docena no lo consiguieron.

Eduardo De La Riva y Del Moral protagonizaron una brillante Escuela de Clasificación del European Tour y fueron los únicos españoles en coger la tarjeta. El "re-debut" de "Dudi" De La Riva (ya fue miembro del Tour en el 2001) está siendo, si más no, prometedor; cerca de ganar en un par de ocasiones y un brillante Top15 en su estreno en un Major (The Open) le han permitido asegurar la tarjeta del 2014. Peor suerte está teniendo Carlos Del Moral esta temporada, tan sólo 4 cortes pasados y lejos de los 110 jugadores que cogen automáticamente carta para la temporada 2014.

Pero es que no todo el mundo se puede permitir costearse el dineral que supone jugar una Escuela de Clasificación como la del Circuito Europeo o Asiático. 


En el Alps Tour, contamos también con una amplia representación de jugadores con mucha proyección: Xavi Puig, Gerard Piris, J.A. Bragulat, Jesús Legarrea, Antonio Hortal y un largo etcétera. Y aunque el Alps sea un gran circuito "trampolín", los premios son ridículos. Para recuperar el gasto que supone cada torneo, tienen que ir haciendo TOP10 cada semana, y eso es muy difícil debido a la cantidad de buenos jugadores que pasan por el circuito. Lo mismo pasa con nuestras chicas del Let Acces Series (segunda división Europea).

Por otro lado, 19 españoles lograron también la tarjeta del Circuito Francés, lo que les permitió a unos pocos poder jugar algún torneo del Challenge y todos los del Alps Tour.  Y podríamos seguir, pero no acabaríamos.

La falta de circuitos en España es ya una realidad. Y si no se hace nada, muchos de nuestros profesionales no podrán ganarse la vida haciendo lo que más les gusta. Esto es así.
Lo mismo sucede con el golf femenino, que contaba con un excelente circuito (Banesto Tour), y a no ser que venga un patrocinador urgentemente, éste también desaparecerá. Y aunque todavía está el circuito de profesionales femenino de la Comunidad de Madrid, éste no les da ni para comer.

Parece ser que la Plataforma Pro Ladies España va por el buen camino y los apoyos que van recibiendo cada vez son mayores. Ojalá las distintas federaciones pongan su granito de arena y colaboren en la creación de este circuito femenino nacional. Sería fantástico ver a veteranas y noveles compitiendo en España, en nuestros campos.

En cuanto a nuestros profesionales, ahora más que nunca necesitan del apoyo de la Real Federación Española de Golf. Crear un circuito conjunto con la federación francesa, portuguesa o italiana. Convencer a inversores potentes (extranjeros o no) de que organizar un circuito en España es garantía de éxito.

Lo que está claro es que hay que hacer algo. Sabemos el qué, el cómo está en manos de unos pocos desgraciadamente, pero desde luego cualquier idea puede ser buena.

Las mejores oportunidades de negocio aparecen en momentos de crisis.